Con "preocupación" en algunos anexos, Uruguay prepara su oferta para el TiSA, que entrará en julio en una etapa más "definitoria"

Las negociaciones en las que participa Uruguay para alcanzar un acuerdo sobre servicios TiSA (Trade in Services Agreement) entrarán en una etapa más definitoria en julio, y Uruguay hará todos los esfuerzos para presentar una oferta preliminar, según un documento entregado el miércoles 15 por el ex presidente y senador José Mujica a la Presidencia del Frente Amplio.

En la lista negativa, adelanta el documento, se consignarán todos los monopolios estatales existentes, mientras que «servicios a las empresas, turismo, tecnologías de información, servicios de distribución, transporte marítimo y servicios a la mercadería en tránsito y transbordo en puertos uruguayos podrían manifestarse como intereses ofensivos del país».

El documento, que repasa el proceso que siguió Uruguay desde antes de su adhesión al TiSA hasta las últimas rondas de negociación en abril, advierte la necesidad de prestar atención sobre algunos puntos de las negociaciones que le generan «preocupación» como los anexos de servicios financieros, los de telecomunicaciones y compras públicas.

Según el documento, ese es el caso del anexo sobre servicios financieros, que se propone facilitar el acceso a mercados de servicios bancarios y de seguros, entre otros. «Este punto fue conversado con representantes del Departamento del Tesoro que integraban la delegación de Estados Unidos (…) dejando clara la preocupación de Uruguay en este aspecto», afirma.

Otra de las áreas que despiertan la atención del gobierno es el anexo sobre servicios de telecomunicaciones. Allí se negocia el acceso y uso de redes públicas de telecomunicaciones. «La transparencia en un sentido muy amplio y la actuación de agencias reguladoras independientes son otros de los temas centrales», dice el informe. Uruguay define este anexo como «uno de los sectores más críticos de las negociaciones».

Las telecomunicaciones fueron tema de conversaciones entre Estados Unidos y Uruguay en la última ronda de negociaciones en abril. De acuerdo con el documento, en esa oportunidad los representantes norteamericanos reiteraron «el interés en telecomunicaciones en Uruguay, mencionaron la ley de medios y el tema de la distribución de televisión por cable, citando preocupaciones que les había transmitido la empresa DirecTV».

El documento advierte también, que Uruguay debe estar alerta en el anexo de compras públicas. La Unión Europea presentó una oferta de compras públicas en servicios que aún no se discutió en profundidad.

«Habrá que prestar atención a lo que se negocie y al impacto que pueda tener con respecto a la ley de compras estatales a los pequeños productores artesanales, ya que en un régimen de competencia abierta los beneficios que hoy concede la ley podrían llegar a desaparecer en caso de no colocarse como una excepción», señala.

El documento afirma que en abril, Estados Unidos y otras delegaciones buscaron «dar un impulso político a las negociaciones». Para eso propusieron que a la ronda de julio «asistan altos funcionarios y no solo técnicos» para tomar «algunas decisiones negociadoras». Es por eso que el informe sostiene que en la próxima instancia se entrará en una etapa más definitoria.

«Estrategia compartida». El documento explica que la estructura del TiSA es muy similar a la del Acuerdo General sobre Comercio de Servicios (AGCS) de la Organización Mundial de Comercio (OMC). La principal diferencia es el sistema de listas negativas del TiSA.

Ese sistema, para el gobierno, «requiere una mayor precisión y cuidado en la consignación de los sectores en los que existen limitaciones, dado que lo que no está consignado no tiene validez jurídica y en principio no tiene restricciones».

Al ser tan similares las estructuras, explica el documento, «debería ser posible multilateralizar» los logros del TiSA con el AGCS. «Esta es, en todo caso, la estrategia y visión de la Unión Europea, conversada con esta delegación y es compartida por Uruguay, dado que apunta a fortalecer el AGCS», dice.

El escrito sostiene que «las disciplinas y compromisos del TiSA» son también «muy similares a los contenidos de la negociación Mercosur-Unión Europea».

«En cierta forma, para Uruguay al menos, el TiSA podría llegar a reemplazar la negociación con Europa en servicios comerciales», afirma.

Ministros y trabajadores. Se incluye también un resumen del proceso de adhesión de Uruguay a las negociaciones del TiSA. Allí se relata que antes de ingresar se hizo un detenido análisis en la Cancillería y la Comisión Interministerial para asuntos de Comercio Exterior. «La conclusión a la que se llegó fue que era oportuno y conveniente ingresar a la negociación, para así poder asumir un papel más directo en la misma, incidir en sus resultados y, de esa manera, posicionar los intereses de Uruguay en la mejor manera posible», explica.

El Ministerio de Industria es una de las carteras que integran la Comisión. Sin embargo, su ex titular Roberto Kreimerman cuestionó semanas atrás la participación de Uruguay en las negociaciones.

Las conclusiones de ese análisis, según el documento, fueron presentadas por el ex canciller, Luis Almagro, al Consejo de Ministros y la decisión «fue aprobada».

El documento también informa de la participación del PIT-CNT, uno de los principales opositores al TiSA, en las discusiones. Según dice, el 16 de octubre una delegación de la central se reunió con otras organizaciones civiles en la Misión Permanente de Uruguay ante la OMC para tratar el tema. También asegura que previa y posteriormente a esa reunión los representantes de los trabajadores se reunieron con Almagro para intercambiar opiniones sobre el tema.

Fuente: Búsqueda