Inmorales: Estados ricos se ríen de la ciencia y los pueblos en negociaciones de clima

http://www.flickr.com/photos/foei/Los países industrializados, las grandes corporaciones transnacionales y las elites financieras mundiales una vez más han utilizado el espacio de las negociaciones de clima de Naciones Unidas (ONU) para hacer negocios y asegurar el lucro de sus actividades económicas a cualquier costo.

Amigos de la Tierra de América Latina y el Caribe (ATALC) denuncia a la opinión pública internacional la inmoralidad de los gobiernos de los Estados ricos, responsables históricos del cambio climático. Estados Unidos, Japón, la Unión Europea, Rusia y Canadá, entre otros, son los principales responsables del rotundo fracaso de las negociaciones de Durban.

“Los resultados de esta COP 17 muestran que los países industrializados hacen caso omiso de la ciencia. Tampoco quieren asumir su responsabilidad histórica por el cambio climático, por sus escasas, cuando no nulas, promesas de reducción de emisiones y de financiamiento para la mitigación y adaptación en el Sur global”, dijo el ambientalista Ricardo Navarro, de CESTA – Amigos de la Tierra El Salvador. Para el dirigente, las posiciones de los países ricos “no son sólo irracionales, sino además criminales”.

Es que una vez más las negociaciones de clima terminan con cifras ridículas o nulas de reducción de emisiones por parte de los estados desarrollados. La ciencia indica que la contaminación actual podría llevar a un aumento de la temperatura promedio global de hasta más de cuatro grados, lo que sería catastrófico, y con impactos aún más devastadores en el continente africano. Asimismo, justo en Durban se declaró el “Apartheid Climático”, un abismo entre las demandas reales de los pueblos para el enfrentamiento del cambio climático y las acciones tomadas efectivamente por los gobiernos. El Protocolo de Kioto, el único instrumento legalmente vinculante, sólo fue preservado en nombre. Vacío, daría lugar a un nuevo acuerdo aún más débil que no diferenciaría los países históricamente responsables del cambio climático de los que no lo son.

Al mismo tiempo, el mundo desarrollado logra fortalecer los existentes, a pesar de ilusorios, mercados de carbono, y crear otros nuevos, a fin de incrementar el comercio del aire y dar lugar a las compensaciones de emisiones. Los Estados industrializados financian proyectos que llaman “limpios” en el Sur global, que les permiten exonerarse de parte de sus obligaciones de reducción de emisiones a nivel nacional. Ahora quieren expandir esta lógica perversa a sectores como la agricultura y a los bosques. Los mecanismos de mercado, como el comercio de carbono y REDD+ (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los bosques) son “falsas soluciones” que deberían ser paradas ya, destaca ATALC.

“Ya tenemos casi 20 años de COPs y cada vez damos pasos más atrás. En esta COP 17 se resolvió aplazar las acciones y decisiones para 2020”, se lamentó la coordinadora latinoamericana del Programa de Justicia Climática de Amigos de la Tierra Internacional, Lucia Ortiz, de Brasil. “Estamos en un proceso de financiarización de la naturaleza. El Banco Mundial y el sector financiero internacional, valiéndose de la crisis climática, buscan capitalizarse a partir de la comodificación de los bienes comunes, mientras retrasan soluciones reales que solo pueden darse con un cambio de sistema”, evaluó.

Más de 160 organizaciones de la sociedad civil de 39 países denunciaron en Durban a través de una carta abierta que los países desarrollados, especialmente Estados Unidos, Reino Unido y Japón, están buscando que las corporaciones transnacionales y financieras accedan directamente al financiamiento del Fondo Verde para el Clima. La sociedad civil también presentó una llamada a una moratoria para REDD+, para que el enfoque de la conferencia volviera a las obligaciones de los contaminadores históricos, en lugar de centrarse en escapes peligrosos que implican la negociación de la vida de los bosques y sus pueblos.

Para Ortiz la COP de Clima “abre cada vez más las puertas al capitalismo verde”. “Hay una grave corrida por la mercantilización de la naturaleza en esta nueva fase del capitalismo, que es de apropiación de los bienes comunes, del aire, la tierra, el agua y la biodiversidad”, agregó la integrante de NAT – Amigos de la Tierra Brasil. La dirigente advirtió que la consolidación del capitalismo verde será el verdadero objetivo de la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable (Río+20), que se realizará en junio de 2012 en Río de Janeiro, Brasil.

Ante este panorama más que preocupante, agrupaciones de pescadores, campesinos, trabajadores, agricultores sin tierra, mujeres, pueblos indígenas, ambientalistas, entre muchos otros actores, realizaron diversas manifestaciones, actividades y protestas en Durban en demanda de justicia climática. Muchas organizaciones y movimientos sociales presentaron lo que llaman “soluciones reales” al cambio climático. Algunas de ellas son: la agricultura campesina, la agroecología, la economía solidaria, la soberanía alimentaria, la soberanía energética, el manejo comunitario de los bosques, las energías renovables descentralizadas, que ayudarían a recortar drásticamente las emisiones de sectores fundamentales en la contaminación mundial, como el agrícola y el de transportes.

“Es emocionante ver representantes comunitarios y dirigentes de numerosos países del mundo luchando lejos de sus casas y también en sus territorios para proteger a los pueblos más desposeídos y amenazados, por un mundo más justo y sustentable”, dijo el activista Isaac Rojas, de COECOCEIBA – Amigos de la Tierra Costa Rica. “Mientras dentro de las negociaciones oficiales se cocinó al planeta, afuera se extremó la unidad de los movimientos sociales para que las voces de los pueblos fuesen escuchadas y se atienda con seriedad el cambio climático”, enfatizó por su parte el ambientalista Martín Drago, de REDES – Amigos de la Tierra Uruguay. “Han sido esos movimientos los que defendieron acá en Durban los intereses del 99 por ciento del planeta, que necesita que se le garantice su existencia con justicia y dignidad”, agregó.

Por más información:

Nombre: Lucia Ortiz, coordinadora latinoamericana del Programa de Justicia Climática de Amigos de la Tierra Internacional, NAT – Amigos de la Tierra Brasil.
Teléfono: + 55 51 98418707
Correo electrónico: lucia@amigosdaterrabrasil.org.br