http://www.flickr.com/photos/benheine/Los efectos del cambio climático solo serán controlados si se revierte el paradigma de desarrollo económico imperante. En los hechos esto implica, como primeras medidas: la reducción drástica de las emisiones del Norte, la reparación de la deuda climática, y el uso compartido y equitativo de los bienes del planeta.

Acompañando las demandas por Justicia Climática que organizaciones de todo el mundo realizan en el marco de actividades paralelas a la Cumbre de Cambio Climático (COP 15) en Copenhague (Dinamarca) este viernes 11 de diciembre, a las 11:00, entregaremos un documento elaborado por Amigos de la Tierra Internacional a los integrantes de la Unión Europea (sede en Bulevar Artigas 1300) y a la prensa que quiera acercarse. En el documento se explican las consecuencias y razones del cambio climático y las medidas que deberían tomarse para hacer frente a un problema que pone en peligro la vida de la humanidad.

Los efectos del cambio climático han mostrado ser devastadores en diversas partes del mundo como en Uruguay, y serán peores si no se logra ponerles un freno. Ellos lesionan los derechos fundamentales de las personas, entre ellos derechos básicos como la vida y la alimentación.

El cambio climático es resultado del consumo excesivo, insustentable e inequitativo de combustibles fósiles, y de la explotación de las reservas de carbono -tales como los bosques y los suelos- que constituyen la esencia de la agenda de desarrollo económico dominante. La solución por tanto está en revertir el paradigma económico y de desarrollo actual que se sustenta en la explotación de las poblaciones más vulnerables y en la explotación del medio ambiente, generando consecuencias lesivas fundamentalmente para quienes ocupan tierras inundables, viven en casas precarias o dependen del agua para la producción y por tanto para su ingreso y subsistencia familiar.

Sin embargo muchos gobiernos siguen empeñados en no atacar las causas reales del cambio climático y prefieren seguir la senda de las falsas soluciones que solo empeoran el panorama existente. Estas incluyen la energía nuclear, la captura y almacenamiento de carbono, el comercio de carbono de los bosques, los transgénicos, las grandes represas y los agrocombustibles, entre otras, y sólo nos distraen del verdadero cambio social que se necesita.

El verdadero cambio pasa, sin embargo, por incentivar la agricultura sustentable y la producción local de alimentos. La agricultura a pequeña escala, además de brindar mayor cantidad de empleos culturalmente significativos y asentar a la gente en el campo, captura el carbono y utiliza menos máquinas que funcionan a base de combustibles fósiles. Por otra parte, si los consumidores compran sus alimentos en el mercado local, se utilizaría menos energía para transportarlos alrededor del mundo. Asimismo, si el transporte de bienes y personas se realiza con sistemas de movilidad colectivos y no motorizados, principalmente en las ciudades, el cambio es aún más profundo. Esto requiere de una transformación cultural que hay que comenzar a transitar de manera urgente.

Mientras los gobernantes del mundo negocian y los poderosos del Norte buscan imponer estas falsas soluciones, en Uruguay las lluvias pasadas dejaron 6.177 personas evacuadas. Estas fueron el corolario de una larga sequía que también se acompañó de tornados, un fenómeno cada vez más común en el país. Mientras el litoral uruguayo se inunda en otros lugares de América Latina como Ecuador y Bolivia, se producen sequías; en Ecuador se trata de la peor sequía de los últimos 40 años. Dos meses atrás un tsunami dejó cientos de muertos en Samoa… solo un ejemplo entre tantos de “catástrofes” climáticas.

Porque los compromisos a asumir en las negociaciones de Copenhague sobre el segundo período de compromisos del Protocolo de Kyoto son de importancia vital, es que desde Uruguay seguimos estas negociaciones con atención a la espera de que quienes tienen que asumir sus responsabilidades lo hagan. Como medidas con carácter de urgencia se incluyen la reducción por parte de los países industrializados de sus emisiones en su propio territorio por lo menos en un 40%; apoyo financiero y la transferencia de tecnologías para las necesidades de mitigación y adaptación en los países del Sur.

Convoca:
REDES-Amigos de la Tierra Uruguay

Adhieren:
Red de Grupos de Mujeres Rurales del Uruguay

Asociación de Mujeres Rurales del Uruguay (AMRU)

Comunidad del Sur

Federación de Funcionarios de OSE (FFOSE)

Sindicato de trabajadores de UTE (AUTE)

Urubike