Muchos bancos europeos y españoles están financiando la rápida expansión de la producción de agrocombustibles en América Latina, que está provocando deforestación a gran escala, incremento en los abusos de los derechos humanos y plantean una amenaza para la soberanía alimentaria, según un nuevo informe publicado hoy [1].

El informe, publicado por Amigos de la Tierra Europa en medio de las preocupaciones globales sobre los impactos de la subida del precio de los alimentos, reclama el fin de las inversiones por parte de bancos Europeos en proyectos perjudiciales para el medio ambiente como los agrocombustibles (también conocidos como biocombustibles).Los agrocombustibles han sido señalados como uno de los factores más influyentes en la subida de precios. Según la ONU y el Banco Mundial, 100 millones más de personas están actualmente afrontando severos problemas de hambre debido al incremento del precio de alimentos básicos. [2]

El informe «La financiación europea de la producción de agrocombustibles en América Latina» documenta como los principales bancos europeos (Barclays, Deutsche Bank o BNP Paribas) y españoles (Santander, BBVA o el Banco Español de Crédito) están invirtiendo miles de millones de euros en la producción y comercio de azúcar de caña, soja y aceite de palma en países latinoamericanos.

Los combustibles a partir de azúcar de caña, soja o aceite de palma se están utilizando cada vez en mayor medida en Europa. Su producción a gran escala en países como Brasil, Argentina, Paraguay y Colombia es extremadamente polémica, ya que está provocando la destrucción del Amazonas y otros importantes ecosistemas, o problemas de contaminación del agua potable. Las plantaciones a gran escala también provocan violaciones de los derechos humanos contra los campesinos, con condiciones de trabajo clasificadas como «esclavitud moderna» en algunas plantaciones de Brasil.

Al mismo tiempo, las empresas que producen agrocombustibles están alcanzando extraordinarios beneficios, facilitados por créditos bancarios, inversiones y otros apoyos financieros por parte de la banca privada. Todos los principales bancos europeos han invertido miles de millones de euros los últimos años en las empresas de producción de agrocombustibles como Cargill, Bunge, ADM, Cosan o Brasil Ecodiesel. Muchas de estas empresas han estado involucradas y han sido condenadas por actividades ilegales en América Latina [3].

Algunos de los principales bancos españoles están también financiando este negocio. El BBVA, Banco Español de Crédito o el Banco Santander financian algunas de las empresas responsables de graves impactos ambientales.

Paul de Clerck, de Amigos de la Tierra Internacional afirmó: «Los agrocombustibles, además de no ser una solución para el cambio climático, tienen demasiados impactos ambientales y sociales. Le solicitamos a los grandes bancos que no inviertan ni financien esta perjudicial industria».

Amigos de la Tierra solicita a la Comisión Europea la revisión del objetivo obligatorio de uso de un 10% de agrocombustibles en el transporte en 2020, que está fomentando esta industria. Aunque los agrocombustibles se planteaban como una solución contra el cambio climático, cada vez hay más evidencias científicas de que pueden incrementar, más que disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente si se consideran efectos como los cambios en el uso de la tierra.

«Usar cultivos para alimentar a nuestros coches en vez de a las personas es una solución falsa contra el cambio climático», añadió Paul de Clerck.

PARA MAS INFORMACIÓN:

En Bruselas: Paul de Clerck, Amigos de la Tierra Internacional: Movil: +32 494 38 09 59 (en Ingles)

En Montevideo: Carlos Santos Amigos de la Tierra Uruguay: Móvil: +59 89 88 89 498

En España: Amigos de la Tierra España: Sandra Jiménez +34 -680 93 63 27 ó +34-91 306 9921

NOTAS:
[1] El informe completo (en ingles) ‘European financing of agrofuel production in Latin America’ está disponible aquí: http://www.foeeurope.org/agrofuels/financers_report_May08.pdf

[2] Cifra citada por el Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon el 29 de abril de 2008 cuando anunció un nuevo grupo de trabajo para afrontar la nueva crisis global de los alimentos.

[3] En Marzo de 2007, la Corte Suprema de Brasil concluyó que Cargill operó de forma ilegal durante la construcción de una Terminal en la margen del Río Tapajos para facilitar sus exportaciones de soja sin los adecuados estudios de impacto ambiental. Más información aquí:
http://www.foeeurope.org/corporates/cases/Cargill_Factsheet_May08.pdf

En Marzo de 2008 el Tribunal Regional Federal de Brasil ordenó a Bunge para inmediatamente el uso de madera como fuente de energía en sus instalaciones en Piaui debido a la falta de los permisos necesarios. Más información aquí:
http://www.foeeurope.org/corporates/cases/Bunge_Factsheet_May08.pdf
http://www.foeeurope.org/corporates/cases/Bunge_Factsheet2_May08.pdf