Declaración a la opinión pública
Amigos de la Tierra de América Latina y el Caribe -ATALC

Amigos de la Tierra de América Latina y el Caribe (ATALC) repudia el golpe de Estado que se ha consumado en Brasil como resultado de fraudulentas estrategias para la desestabilización de la democracia, orquestadas por la derecha latinoamericana, y manifestamos nuestra solidaridad con el pueblo brasilero.

Llamamos a los gobiernos de nuestros países a implementar las medidas necesarias para que se garantice el respeto a la voluntad popular del pueblo brasilero, expresado libremente en las urnas, y para que no se reconozca el gobierno de Michel Temer por ser impuesto desde intereses antidemocráticos en contravía con la institucionalidad política y el estado democrático de derecho de ese país sudamericano y de la región.

Sin lugar a dudas, el golpe de Estado que hoy se impone al gobierno de Dilma Rousseff, democráticamente elegido por más de 54 millones de votantes, es otro de los nefastos resultados de la experimentación que ya en años anteriores han sufrido países como Honduras y Paraguay, en los que la posibilidad de avance de gobiernos democráticos, en búsqueda de la justicia social, se ve truncada por golpes de Estado parlamentarios que de cualquier manera configuran un asalto al poder popular y a las riquezas del país para entregarlos a la corrupción de fuerzas políticas golpistas, y al interés de las grandes corporaciones

Advertimos que con el golpe de Estado, las reivindicaciones sociales alcanzadas para los más desfavorecidos en Brasil inician su marcha atrás, y se desvertebran las políticas sociales que había alcanzado el proyecto político del gobierno electo en la última década, y se desmantelan las políticas de Estado para la salud, educación y cultura, y las ya frágiles políticas ambientales.

Estos ataques a la democracia y a la gente ya se hacen manifiestos en Brasil con la imposición en los últimos meses de políticas económicas marcadas por recortes presupuestales y la privatización de los servicios y bienes comunes, que afectan directamente y en su cotidianidad al pueblo brasilero en el campo y en la ciudad. Están ahora en marcha, impulsados por un gobierno ilegitimo y un parlamento golpista, un paquete de beneficios para el gran capital y de opresión para el pueblo: la apertura del las reservas de petróleo para el capital transnacional, la anulación del sistema de permisos ambientales y el ataque directo a los derechos laborales, previdenciarios, de las mujeres y de los pueblos indígenas y afrodescendientes.

Denunciamos que este golpe de Estado es así un ataque a todos los pueblos de América Latina, se configura como una amenaza a las posibilidades de articulación incluyente que los gobiernos progresistas han adelantado en los últimos años, y que se expresan en UNASUR y otras propuestas de integración regional.

Como federación de organizaciones en busca de la justicia social y ambiental, y por la construcción de sociedades sustentables, con la indignación que nos embarga por este nuevo ataque a los pueblos del Continente, llamamos a las fuerzas populares de diversas partes del mundo para rodear a las comunidades, organizaciones, procesos y movimientos de Brasil que no obstante las adversidades actuales constituyen un movimiento social revigorizado y en lucha frente a las atrocidades de la derecha brasilera y sus aliados golpistas.

Confiamos en que la sumatoria de fuerzas de los pueblos en defensa de la vida y la dignidad se expresará en la honra de la democracia y los derechos de los pueblos en nuestra América.

¡Nunca más golpes de Estado en América Latina!
¡Seguiremos en lucha por la Soberanía Popular y contra el Neoliberalismo!

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Compartimos el mensaje del coordinador del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra explicando las causas profundas del golpe contra Dilma Roussef consumado este 31 de agosto en el Senado de Brasil.

Producción de Brasil de Fato
Edición Radio Mundo Real/Amigos de la Tierra Internacional