Soberanía alimentaria versus negocios transgénicos: la COP 8 de Curitiba

En paralelo a la octava Reunión de los países signatarios del Convenio de Diversidad Biológica de Naciones Unidas (COP-8), movimientos sociales e indígenas que resisten el modelo de privatización de la naturaleza, la biodiversidad y la vida, realizaron actividades y movilizaciones en defensa de sus conocimientos tradicionales y sus formas de vida.

«Las semillas Terminator son semillas asesinas», de otros cultivos y de campesinos

La campaña “Terminar con Terminator” ya reúne a más de 500 organizaciones y movimientos de todo el mundo y consiste en denunciar las pretensiones de las grandes empresas del agronegocio y la ingeniería genética de imponer la tecnología transgénica conocida precisamente como Terminator.Según explicó Silvia Ribeiro, especialista en temas de biotecnología agrícola del Grupo ETC, este tipo de tecnología consiste en producir a gran escala semillas estériles, y que por lo tanto no se pueden reproducir.

“La tecnología Terminator no solo produce semillas suicidas, sino que también son homicidas, tanto de los otros cultivos que están alrededor de donde son plantadas, como de los campesinos que se quedan sin semillas para vivir. Directamente son semillas asesinas” aseguró Ribeiro.

En Curitiba, en el marco de la octava Reunión de los países Parte del Convenio de Diversidad Biológica de Naciones Unidas (COP 8), se realizó una jornada de acción contra las semillas Terminator, que contó con la participación de unos 300 campesinos de Vía Campesina Brasil y de organizaciones y movimientos agrarios de diversas partes del mundo.

En el marco del Convenio de Diversidad Biológica existe una moratoria de este tipo de semillas desde el año 2000. Lo que se pensó en ese momento fue precisamente en los impactos socioeconómicos y sobre la biodiversidad que tendrían la liberalización masiva de este tipo de semillas.

Por intermedio de esta moratoria se recomendó a los gobiernos que prohibieran la producción y comercialización de las semillas Terminator, “inclusive las pruebas de campo”, explicó Ribeiro.

Las presiones para acabar con la moratoria comenzaron aproximadamente hace un año y medio, y la forma que utilizaron las empresas por intermedio de los gobiernos de Canadá, Australia y Nueva Zelanda fue la de generar una propuesta sumamente confusa contra el principio de precaución solicitando que las prohibiciones se estudiaran “caso a caso”. “No existe ningún caso en que Terminator sea bueno, eso es una trampa”, afirmó Ribeiro.

La especialista puso como ejemplo lo que pasaría en países agrícolas si se liberaran las semillas Terminator. “En Brasil, que es uno de los países que produce más soja del mundo, el 87 por ciento de los productores no compra semillas, sino que guardan sus propias semillas. Si la tuvieran que comprar eso equivaldría automáticamente a 550 millones de dólares anualmente de ganancia para las empresas”.

Con relación a la reunion del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad (MOP 3) que finalizó la semana pasada en Curitiba, Ribeiro afirmó que no se avanzó hacia garantizar la bioseguridad sino todo lo contrario. “En esta MOP 3 fue impresionante ver que aquellos países que han firmado tratados bilaterales de libre comercio con Estados Unidos, y que eran países que antes se caracterizaban por su defensa de la bioseguridad, ahora directamente estaban apoyando los intereses de las empresas transnacionales y de Estados Unidos”.

Ribeiro expresó que fueron países como “Colombia, Honduras, El Salvador y sumados a estos claramente estuvo México” los que defendieron las posturas más cercanas a los intereses de las industrias de la biotecnología y la ingeniería genética. “Estos países quedan devastados por la actuación de estas grandes empresas, tanto en sus economías como en sus sistemas agrícolas por la acción de la contaminación transgénica”.

“En lugar de avanzar en el sentido de la bioseguridad, por ejemplo en lo concerniente al etiquetado de los transgénicos para saber claramente qué se consume y cómo se produce, estuvimos ante una farsa de creación de una legislación internacional, que la cumplen los países que de hecho protegen su bioseguridad”.

Este espacio de Naciones Unidas no fue lo que debería ser, manifestó la especialista. “Debería ser un ámbito donde instituciones públicas y gobiernos están viendo de que maneras proteger la biodiversidad y los derechos de la gente; en lugar de eso fue un foro donde se legalizan -pero no se legitiman- los intereses de las transnacionales en cada uno de los temas que se van tratando”, concluyó.

Vía Campesina defiende ante FAO, OMC y ONU el derecho a la vida y la soberanía alimentaria
Los resultados de la tercera Reunión de los países signatarios del Protocolo de Bioseguridad de Cartagena (MOP 3) llevada a cabo en Curitiba, Brasil, entre el 13 y el 17 de marzo fueron “decepcionantes” según describió Paul Nicholson, dirigente de Vía Campesina Internacional en entrevista con Radio Mundo Real (www.radiomundoreal.fm).

En la MOP 3 se evidenciaron todas las fallas de este tipo de reuniones donde centenas de delegados discuten los derechos de millones de personas. Según Nicholson “el proceso del debate ha sido pobre, la metodología es agotadora, no facilita la participación social, y lo que se está jugando es mucho, nada menos que la privatización de la vida y los recursos naturales. Y los gobiernos muy débiles, muy presionados por las multinacionales, no queriendo luchar en favor de las futuras generaciones”.

Con relación a la reciente Conferencia sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que se llevó a cabo en Porto Alegre durante la segunda semana de marzo, el dirigente campesino manifestó que “fueron las movilizaciones de afuera las que transformaron todo lo que ocurrió dentro”, en el sentido de que en la propia declaración final de esta conferencia “se rescatan conceptos como los de soberanía alimentaria y territorio, de los derechos de las comunidades pesqueras y de los pueblos nómadas e indígenas”.

Las acciones de Vía Campesina en Porto Alegre en paralelo a la Conferencia de la FAO a las que se refiere Paul Nicholson, incluyeron el ingreso en dos oportunidades de grandes delegaciones de campesinos de todo el mundo al local donde se desarrolló la Conferencia, la ocupación de un predio de la empresa Aracruz Celulosa el día internacional de la mujer por parte de campesinas y agricultoras, y actividades de debate y coordinación internacional para las campañas que Vía Campesina lleva a cabo este año.

“Nosotros valoramos que los gobiernos en la FAO comienzan a oir y también a escuchar por primera vez” expresó el dirigente campesino, en el sentido de que están incorporando las demandas de los agricultores.

Para Nicholson, el lado negativo de este cambio que está experimentando el debate sobre reforma agraria a nivel de la FAO y de algunos gobiernos es que no se dan “recursos, medios y fuerzas políticas” para una verdadera transformación de la tenencia de la tierra en el mundo.

Finalmente, con relación a las negociaciones que tienen lugar en la Organización Mundial del Comercio (OMC), Nicholson manifestó que el proceso está “en la recta final y los plazos se acaban”.

“Si la OMC no finaliza un acuerdo para el mes de julio se le cae todo lo que avanzó desde Hong Kong al suelo. Es importantísima la movilización en este contexto. En Vía Campesina creemos que ahora será importante la movilización en los países, y hay que presionar gobiernos clave, como el de Brasil, como el de India, como el de Indonesia, para que tomen posturas mucho más fuertes frente al chantaje y la presión de Estados Unidos y la Unión Europea”.

La campaña de movilizaciones que llevará a cabo Via Campesina Internacional, comenzará a intensificarse a partir del 15 de mayo próximo, y según Nicholson, en el movimiento campesino se tienen muchas expectativas de lograr el objetivo de sacar la agricultura de la OMC y descarrilar las negociaciones del mal llamado “libre comercio”.

“Nosotros creemos que tenemos posibilidades de frenar esta ronda, que la podemos descarrilar, y a partir del 15 de mayo en las negociaciones de Ginebra nos vamos a movilizar allí pero también en muchos países. Por eso es importante consolidar las alianzas con otros movimientos como el ambientalista”.

Fuente: www.radiomundoreal.fm