El otro color y sabor de Dasani: el del bromato

Dasani, el agua de Coca Cola que acaba de ser presentada en el mercado uruguayo, debió retirar en 2004 unas 500.000 botellas del líquido en Gran Bretaña luego que las autoridades de ese país confirmaron que la bebida contenía bromato, un químico cancerígeno, en cantidades que duplicaban lo permitido por la ley.

La noticia provocó en Gran Bretaña un impacto social y mediático impresionante. La bebida había sido lanzada hacía dos meses. A comienzos de marzo de 2004 Dasani ya había caído en desgracia. Un artículo del diario británico The Independent había denunciado que la bebida era simplemente agua del grifo proveniente del río Támesis, que la planta de Coca Cola en Sidcup, ciudad situada al sureste de Inglaterra, se dedicaba a procesar, embotellar y vender.

La bebida que Coca Cola comercializaba como agua embotellada «pura» no era sacada de manantiales ni de ninguna otra fuente natural, sino simplemente de la canilla. Esa denuncia ya había sido bastante, pero lo peor llegó dos semanas después.El 19 de marzo de 2004 Coca-Cola comenzó a retirar voluntariamente medio millón de botellas de Dasani de Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte, luego de confirmar que la bebida tenía el doble de bromato de lo permitido. Dasani podía ser cancerígena y especialmente peligrosa si era bebida en grandes cantidades.

Los planes de Coca-Cola para expandirse a otros países europeos fueron cancelados. Pero las malas noticias para la gran multinacional no cesaron ahí. Según publicó el diario británico The Guardian en su edición del 20 de marzo de 2004, la Inspección de Agua Potable, organismo que regula el suministro de agua pública en Inglaterra y Gales, confirmó que había chequeado el agua que del Támesis llegaba a la fábrica de Coca-Cola en Sidcup y no tenía bromato (1).

Todo quedó claro: el peligroso químico se generaba en alguna parte del proceso de tratamiento que Coca Cola le realizaba al agua en su planta procesadora.

The Guardian explicó a sus lectores el accionar de Coca Cola para crear Dasani: «Sería algo así: tome agua del río Támesis de la canilla en su fábrica en Sidcup; sométala a un proceso de purificación, denomínela ‘pura’ (…); agregue un poco de cloruro de calcio que contenga bromuro, para darle el ‘sabor’; luego bombee ozono, oxidando el bromuro, lo cual no es un problema, convirtiéndolo en bromato, que sí lo es. Por último, envíe botellas de agua a los comercios que contengan hasta el doble del límite legal de bromato (10 microgramos por litro)» (2).

Además de Gran Bretaña, Dasani había sido lanzada en 1999 en Estados Unidos y un año después en Canadá. En América del Sur está en Brasil desde 2003, en Colombia y Chile desde 2005, y en Argentina y Uruguay desde comienzos de este año, entre otros países.

Dasani en Reino Unido: un eslabón más de la negra historia de Coca Cola
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos (SINALTRAINAL) de Colombia acusa a Coca-Cola de ser responsable del asesinato, entre 1989 y 2002, de ocho trabajadores de diversas plantas embotelladoras de la empresa en el país (3). Cinco de esos trabajadores, que habían cumplido funciones en la planta de Carepa, (municipio situado en el departamento de Antioquia) fueron asesinados entre 1994 y 1996.

SINALTRAINAL y organizaciones de derechos humanos colombianas e internacionales han denunciado además los vínculos entre directivos de Coca-Cola en Colombia y los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia, para amenazar, raptar y torturar a cientos de trabajadores.

Según el medio independiente Democracy Now, en diciembre de 2005 las autoridades de la Universidad de Nueva York, ciudad del noreste de Estados Unidos, decidieron suspender la venta y promoción de productos de Coca-Cola en los predios de ese centro de estudios. La medida fue tomada en respuesta por las acusaciones que la multinacional enfrenta en Colombia (4).

En abril de 2005 varias organizaciones no gubernamentales mexicanas denunciaron que Coca-Cola, entre otras empresas privadas, buscaba adueñarse de los recursos hídricos en el estado de Chiapas, situado al sur de México, principal zona de recarga de agua del país.

Según el diario mexicano La Jornada, las organizaciones de ese país denuncian que empresas privadas como Coca-Cola «buscan controlar las fuentes del líquido y expanden su presencia con pretextos como la construcción de escuelas para llegar a las comunidades donde adquieren los predios con cuerpos de agua» (5).

En India la empresa también ha enfrentado la oposición de algunos movimientos sociales, que la acusan de secar los pozos de agua del país y contaminar sus recursos naturales.

El negocio del agua embotellada
Coca-Cola es una de las principales empresas embotelladoras de todo el mundo. En el año 2000 se vendieron 84 mil millones de litros de agua embotellada en todo el mundo, mientras que en 2002 se aumentó a 126 mil millones. El mercado del agua mueve aproximadamente 22 mil millones de dólares anuales.

Las multinacionales que se reparten el mercado del agua embotellada son, además de Coca-Cola, Danone -presente en nuestro país a través de Salus- y Nestlé.

El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, Gian Carlo Delgado, explica que Nestlé «opera en 130 países con 2 marcas globales, 5 internacionales y 70 locales, acaparando el 17 por ciento de valor del mercado mundial de agua envasada, sin incluir las sociedades adquiridas en 2003» (6). De acuerdo a los investigadores canadienses Maude Barlow y Tony Clarke, una cuarta parte del agua embotellada que se vende es tomada directamente de la canilla y luego procesada (7).

Clarke explica que: «En este momento el sector de agua embotellada es uno de los que más rápidamente está creciendo en todo el mundo. [… Las] fábricas de refrescos en general toman agua del mismo sistema al que accede el público, sea municipal u otro, y en muchos casos, por ejemplo Coca Cola, le agrega un ‘paquete’ de minerales y al resultado le llama ‘agua mineral’. Con esto aumentan el precio del agua de cañería unas 1.100 veces y la venden embotellada. En muchos países la gente está resistiendo a este sistema, al que se ha definido como ‘el agua para los ricos'» (8).

En Uruguay, la Reforma Constitucional del agua, aprobada en 2004, estableció el dominio público del líquido y sentó las bases para una gestión participativa y sustentable del recurso. Las regulaciones del negocio del agua embotellada necesariamente deberán ser incluidas en este nuevo marco jurídico nacional.

José Elosegui

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Citas bibliográficas:
(1)-«Things get worse with Coke”, The Guardian, Londres, 20 de marzo de 2004
(2)-Idem
(3)- http://www.sinaltrainal.org/
(4)-“Universidad de Nueva York prohíbe los productos de Coca-Cola en predio universitario”, Democracy Now, 9 de diciembre de 2005
(5)-“Denuncian maniobras de Coca-Cola para adueñarse de agua en Chiapas”, La Jornada, México, 27 de arbil de 2005